martes, 8 de marzo de 2016

Un nuevo amor llega a mi vida

Hoy me motiva a escribir la llegada de un nuevo amor a mi vida. Me atrevo apostar que este ha sido a primera vista, sí porque en cuanto percibí su cuerpo el corazón se me quiso escapar del pecho con una emoción inexplicable y desconocida hasta entonces. Le sueño a cada segundo y no dejo de imaginar cómo serán nuestras vidas cuando le tenga a mi lado.
Para ti mi nuevo amor tengo guardadas tantas caricias y besos que ni te imaginas, pero prometo te las daré en su momento, aunque ya voy haciendo lo que puedo para demostrarte que tienes total autorización para entrar en mi existencia, aun cuando eso signifique aumentar unas libritas, olvidar las mañanas de sueño en las que mami me lleva el desayuno a la cama, porque en pocos meses ese papel me tocará a mí.


Qué bueno es saber que en lo adelante la vida me cambiará para siempre, que dejaré a un lado temores y caprichos para volverme tu ángel guardián, porque de eso se trata volverse madre. Abres una etapa importante en el día a día de tu papi y de tu mami, quienes en lo adelante tendremos que aprender a dejar tus pañales como nuevos, preparar biberones reiteradamente, lidiar con tus momentos de enfermedad, y la salida de tus primeros dientes.
Ahora todos en casa tienen un nuevo motivo por el cual vivir, preparan el aliñao, bebida con la que brindarán por tu advenimiento, y alistan todos los detalles constructivos para que conozcas un hogar lindo y feliz, ese que prometemos conservar para que crezcas en armonía.
También nos cuestionamos si tendrás la peculiar nariz de tu papi o las piernas largas de mamá, si serás niño o niña, y el nombre que llevarás. Ese es un tema bastante complicado porque aun no logramos ponernos en sintonía, pero tranquilo bebé, prometemos no llevarte tan recio.
Tú simplemente encárgate de hacer crecer la pancita de tu má y sé juicioso con las pataditas que darás, del resto nos encargamos nosotros fuera. Si sientes voces, pequeños toquecitos y cosquillitas, no te alarmes que somos papá y mamá ofreciéndote el amor de cada día, el mismo que no tiene fin ni comparación.
Ahora comprendo, pese a que mides unos pocos centímetros, por qué dicen los demás que nada como el amor a un hijo, por más que te explique nunca llegaré a encontrar las palabras precisas para demostrártelo, eso solo lo entenderás cuando pasen los años y decidas volvernos abuelos.




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